Dios creo el mundo sin fronteras.
Con el paso de los años el hombre en su afán de posesión, apego y poder fue marcado
un territorio en nuestra tierra que fue creada por Dios. El querer de Dios es
que todos sus hijos puedan habitar esta tierra que es su Creación en libertad
plena.
En
la actualidad todas las naciones de la tierra están delimitada por fronteras en
las cuales existen mecanismos de protección para que ciudadanos de otras
naciones no puedan entrar de manera ilegal al país. El caso más famoso es el de
EEUU, uno de los países más desarrollados del mundo actual, con una población de más de 340 millones de
habitantes, esta nación por su fuerte estabilidad política, económica y
social se convierte en un sueño (sueño
americano) de todos los habitantes de otros países menos desarrollados.
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| oscar y valeria |
Pero
para poder entrar a este país se necesita de una Visa y dicho requisito es muy
costoso y debes tener ciertas características especiales para poder que se la
aprueben, dichos requisitos muy pocos
pueden tener: (estudio+ preparación +nivel
económico estable +otros). Al no tener de la Visa los sueños de miles de inmigrantes
quedan truncados, pero estos en su afán de estabilidad buscan
entran al país como sea, poniendo en riesgo la vida propia.
Es el caso reciente de Oscar y su pequeña Hija Valeria,
que salieron de EL SALVADOR (nación centroamericana
sumergida en una crisis social) en búsqueda de la tan anhelada ilusión. Y en
unos de los pasos fronterizos ilegales más usados por los inmigrantes que
buscan entrar a EEUU, (RIO GRANDE) intentaron
cruzar en búsqueda de tal anhelado sueño y encontraron la muerte ambos la niña
y su padre.
Una
imagen que le da la vuelta al mundo y llena de tristeza, rabia y amargura. Dios nos hizo libres no creo ninguna
frontera pero el corazón del hombre es así frio, inmisericordioso y lleno de egoísmo
las pone. Debemos seguir orando por los millones de inmigrantes que hay en
el mundo de manera especial por los de nuestro país Venezuela. Casos como este no se pueden repetir más
nunca en la historia.
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José Alfonso Morales
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