NO ES UNA CUARESMA MAS... ES UN CAMINO DE CONVERSIÓN
Hoy iniciamos un nuevo tiempo litúrgico en la Iglesia
Universal, con la imposición de la Ceniza, damos inicio al tiempo cuaresmal en
camino hacia la pascua.
Para establecer la etapa de preparación a la Pascua, La
Iglesia se fijó diversas etapas y personajes relevantes de la historia de la Salvación,
que están relacionados con el numero cuarenta. De este número, en latín quadragesima, tomara el nombre CUARESMA.
Nos recuerda:
·
Los
cuarenta años de peregrinación del Pueblo de Dios por el Desierto
·
Los
cuarenta días del encuentro de Moisés con Dios
·
Los
cuarenta días de camino del profeta Elías en el monte Orbe
·
Los
cuarenta días de los ninivitas, respondiendo al llamado penitencial del Profeta
Jonás
·
Los
cuarenta días de Jesús en el Desierto
No creo que ninguno de los cristianos, ante el inicio
de la Cuaresma, pueda decir: YO NO
NECESITO DE LA CUARESMA, pues no tengo nada de que arrepentirme!. Enseguida
saldría al paso SAN JUAN para decirnos: SI
DECIMOS NO TENEMOS PECADO, NOS ENGAÑAMOS; LA VERDAD NO ESTA EN NOSOTROS ( 1JN
1,8). Aun en el caso de que alguna vez hayamos realizado con seriedad este
proceso, tenemos que volver a repetirlo, pues como dice San pablo “nos
hemos entregado a hacer cosas de las que tenemos que avergonzarnos:
impureza, fornicación, impureza, libertinaje, envidia, embriagueces” (Gal
5,19-21). El Señor nos ha puesto la meta muy alta “reproducir la imagen de su Hijo” (Rom 8,29). Esta es nuestra tarea
en CUARESMA.
ESPIRITUALIDAD DE LA
CUARESMA:
Nos ponemos en camino hacia la Pascua, con el signo de
la cruz en la frente y una consigna, que se convierte en tarea cuaresmal: “Conviértanse y crean en el Evangelio”.
La espiritualidad de la Cuaresma debemos centrarla en
el seguimiento a Jesús. Fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe,
el cual, en lugar del gozo que se le proponía, soporto la cruz sin miedo a la
ignominia y está sentado a la derecha del trono de Dios. los puntos clave de la
Espiritualidad de la Cuaresma son:
1. Abandono
del pecado
2. Fijar
los ojos en Jesús
3. Alcanzar
sentarnos con él al lado de Dios
Un llamado a la conversión:
La conversión se nos presenta como un proceso dinámico.
Lo importante el marchar sobre las huellas de Jesús. Caminar sin desfallecer. Aguantar
su paso. El pecado en cualquiera de sus formas es un fardo pesado, en muchos
casos, absolutamente paralizante. Jesús está ahí, cura nuestra parálisis; para
vendar como Buen Samaritano, las heridas que nos impide proseguir su camino.
LOS SIGNOS DE LA CUARESMA:
·
LA CENIZA
La imposición de la ceniza, nos
recuerda que no somos nada, venimos al polvo y vamos a él. Somos frágiles,
somos seres humanos, sometidos al dolor a la enfermedad, al fracaso. Frágiles,
porque hemos hecho de nuestros miembros instrumentos de pecado. Y el pecado es
un signo de debilidad.
La recepción de la ceniza es uno de
los ritos más populares de la cuaresma. Algunos se acercan a recibirla con el
sentido mágico que se ha rodeado a nivel popular. ¿Cuántas personas reciben la
ceniza, convencidos de que comienzan el camino cuaresmal de conversión, decididos
de llegar hasta la Pascua?
Pregúntate ¿estás dispuesto a vivir el
proceso de conversión? ¿Cuáles son tus propósitos de cambio?
“TU CRUZ ADORAMOS, SEÑOR
TU SANTA RESURRECCION ALABAMOS Y
GLORIFICAMOS
POR EL MADERO DE LA CRUZ HA VENIDO
LA ALEGRIA AL MUNDO ENTERO”
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ESCRITO POR: JOSE ALFONSO MORALES ROSALES
CORREO: 04161161673
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