BEATA MADRE CARMEN
La niña Carmen, nació en Caracas el 11 de agosto de
1903. Fue la tercera hija de un matrimonio constituido por Ramiro Rendiles y
Ana Antonia Martínez. El 24 de septiembre de ese mismo año fue bautizada en la
Basílica de Santa Teresa en Caracas con el Nombre de Carmen Elena y el 19 de
marzo de 1911 hace su primera comunión.
La pequeña Carmen creció en un hogar profundamente
cristiano, en donde se bendecía la mesa en las tres comidas del día, se rezaba
el rosario por la tarde y se acudía a misa los domingos. De allí proviene gran
parte de su devoción hacia la religión Cristiana, especialmente en la
importancia de la adoración eucaristía.
Ella realizó sus primeros estudios en el colegio San José de Tarbes. A los 18
años asistió a una escuela común de arte y dibujo, actividad que le llamaba la
atención, pero tuvo que abandonarla para seguir su camino de religiosa.
Es así como desde pequeña se sintió atraída por la vida
consagrada a Dios, pero fue rechazada por congregaciones debido a su
discapacidad (tenía problemas en un
brazo). “A los 15 años decide conocer de cerca las religiosas recién
llegadas de Francia conocidas como “las Siervas de Jesús en el Santísimo
Sacramento”.
Tras el contacto con las monjas de carisma
eucarístico, el 27 de febrero de 1927
ingresó a la pequeña comunidad y el 8 de septiembre de 1927, cuando tenía 24
años, tomó los hábitos. “Ella acompañó a
una amiga que quería entrar, pero la religiosa se fijó en ella, no en la amiga,
y la invitó a regresar, lo que la Madre hizo y se quedó. Esto ocurrió en 1927. “No
la rechazaron, pese a su imperfección física”, contó la hermana Anselma a la
historiadora Marielena Mestas.
El mismo 8 de septiembre, pero de 1929, emitió votos
temporales y de 1932, los perpetuos, consagrándose de por vida a Dios con su
túnica y velo blancos. Tras permanecer
unos años en Toulouse, en Francia, sede de la casa general de las
hermanas, fue nombrada maestra de
novicias en Caracas a su regreso, cuando tenía 33 años.
Más tarde, en 1945, esta mujer de 42 años, de estatura mediana, complexión normal, cara
ovalada, ojos serenos, y sutil sonrisa, con una inteligencia desarrollada, una
memoria privilegiada, imaginación fecunda,
en extremo humilde y amable, según la recuerda la comisión de historia
de la causa de beatificación, fue electa superiora de la Congregación en
Venezuela y Colombia.
Pero, la congregación decidió dejar el hábito y las
constituciones originales para secularizarse, con lo que no estuvo de acuerdo y, con el apoyo del
cardenal José Humberto Quintero, entonces arzobispo de Caracas, otros obispos,
sacerdotes y sus hermanas paisanas y las del vecino país, pidió en 1965 ante la
Santa Sede la separación.
El 25 de marzo de 1966, a sus 63 años y manteniendo el
espíritu inicial de las monjas francesas, se
estableció la nueva congregación venezolana
con el nombre de Siervas de Jesús, dedicadas a la propagación del culto del Santísimo
Sacramento, ayuda de los sacerdotes diocesanos y seminarios, dirección de
colegios y atención de los más necesitados, con
sede en la parroquia Altagracia.
El 9 de mayo de 1977, poco después de haber cumplido 50
años de vida religiosa, Madre Carmen muere en Caracas en olor de Santidad.
Actualmente la habitación que ocupó Madre Carmen en la
comunidad del Colegio Belén fue convertida en oratorio en el que diariamente
las hermanas se dedican a la adoración del Santísimo Sacramento. El proceso
para la beatificación de Madre Carmen se apertura en Caracas el 09 de marzo de
1995.
Dieciocho años después, el 05 Julio de 2013, el Papa
Francisco la declaró Venerable de la Iglesia al reconocer que ejerció las
virtudes cristianas en grado heroico. No
fue sino hasta el 18 de diciembre de 2017 cuando la Santa Sede aprobó un
milagro ocurrido por intercesión de Madre Carmen, que sanó el brazo de la
doctora venezolana Trinette Durán de Branger, y que le permite convertirse en
la tercera beata de Venezuela.
Madre Carmen fué elevada a los altares como tercera
Beata de Venezuela y primera de Caracas el 16 de junio de 2018, en ceremonia celebrada en el Estadio
Universitario de Caracas, presidida por el enviado del Papa Francisco el
Cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los
Santos.
Madre Carmen, Reconciliación y Esperanza para toda
Venezuela
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JOSE ALFONSO MORALES ROSALES
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