Un
viernes en la Mañana
El
jueves había estado muy a la expectativa, porque el día siguiente comenzaría mi
segunda parte de la especialidad en Psicoanálisis, dictado por el Psicólogo Clínico y Psicoanalista Merideño
Leslie Arvelo. Ya había aprobado satisfactoriamente la primera parte.
Esa
noche me acosté bastante tarde, casi alrededor de las 12pm, arreglando todas
las cosas para subir a Mérida en la madrugada, pero hubo algo que me congelo un
poco, el escuchar por la ventana el famoso
canto del pájaro de la muerte que se escuchaba muy cerca de la casa. Después
de escucharlo y de enchinárseme la piel decidí acostarme a dormir.
Me
levante a las 4:45am, me duche, termine de arreglar las cosas y partí para el
terminal. Al bajar dos cuadras de mi casa, observe que en la esquina de dicha
calle, había una pequeña de multitud de personas. Estaban al frente de la casa
de la Señora Yolanda Abreu (quien sufre
desde hace años la enfermedad de diabetes y es insulinodependiente). Al ver
esa cantidad de personas me dije: ¡Murió
Yolanda! Voy acercarme para dar una palabra de consuelo a su único hijo José
Gregorio.
Al
acercarme comencé a preguntar por el joven pero note que nadie me respondía,
por eso decidí entrar a la casa y al entrar al humilde hogar vi sentada a su
madre Yolanda junto a una señora consolándola. Yo me dije ¡que paso aquí! Y al voltear la mirada vi a su hijo colgando de una
cuerda (se había quitado la vida)
dura impresión me lleve. Luego de ver esa triste escena note el clima opaco y
triste de esa casa humilde, los llantos de esa madre viuda; que ahora
veía partir a su único hijo en la misma condición que hace 25 años despidió a
su esposo quien se suicidó dejándola sola con un niño de 1 añito de edad.
Mi
corazón se paralizo en algunos minutos y mi pecho comenzó a sobresaltarse, pero
seguí adelante, me dirigí al terminal de Tovar donde tuve que comprar un café bien
negro para calmar el ánimo y poder dormir un poco. Al llegar a Mérida descanse
un rato y me dirigí a la clase de la especialidad psicoanalítica bien temprano,
donde ya una compañera estaba esperando el inicio de la clase, se trata de la psicólogo
De Vito, a quien le conté lo sucedió y quien se sorprendió bastante.
Esa
es una de las experiencias más fuertes que me ha tocado ver en mi corta vida. Esa
triste imagen de una mujer humilde con una enfermedad degenerativa que ya le ha
dejado ciega, encontrar a su único hijo quien el día de su cumpleaños decidió
quitarse la vida. Y escuchar a esa madre decir (mi hijo me cuidaba, lucho por mí
en mi enfermedad, fue un buen hijo; pero no le perdono la forma como se quitó
la vida). Cosas fuertes de la
vida, que nos invitan a la reflexión.
En Venezuela se han disparado el aumento de los Trastornos Mentales en la población, la grave situación política, económica y social esta despertando en los venezolanos la depresión y angustia. Si estos no buscan la ayuda necesaria y se encierran en sus problemas pueden terminar tomando una mala decisión. Por eso es necesario levantar siempre la mirada en alto, a pesar de las adversidades siempre hay que optar por la vida. Cada día se nos dan nuevas oportunidades para continuar, no nos encerremos en nosotros mismos, abramos el corazón a los demás. NO TE RINDAS.
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JOSÉ
ALFOSNO MORALES ROSALES
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